lunes, 17 de junio de 2013

Cotidiana, por Israel González

Cotidiana

Israel González

El microbús repleto. La acompañante del chofer indica a los que subimos que nos acomodemos en doble fila y que vayamos pasando hacia atrás, que atrás es la salida. Pero cuando adelante ya no cabe nadie más empieza a dejar subir por atrás, por la salida.
¿Alguien entiende?

Cristina Pacheco entrevista al pintor Gilberto Aceves Navarro, en su programa de los viernes, en el canal 11. Conversan de los niños, de los animales. Y, de repente, Cristina pregunta: ¿A usted le gustan los animales? Para el asombro y risa de Cristina – y supongo de los espectadores-, el pintor responde: Me encantan. Me encantan. Por eso he dado clases tanto tiempo.

No se debe tener mascotas en los departamentos porque son muy pequeños; pero algunos vecinos se dan mañas para ocultar a la vista de todos a sus perros. Hay que mantener la puerta de entrada cerrada por la seguridad de todos. Hay que evitar arrojar basura en las escaleras. Los letreros están allí, plenos de palabras, frente a todos; pero parece que dijeran todo lo contrario.

Después de mes y medio, el hombre del camión surtidor de gas acusa al vecino de enfrente que hace mes y medio le pagó con un billete de cien pesos falso. El vecino se defiende diciéndole que por qué no se lo dijo inmediatamente, que a él jamás le ha ocurrido algo semejante, que quién sabe quién le dio el billete y ahora quiere agarrarlo a él como chivo expiatorio. La respuesta del hombre es sencilla, contundente: Entonces ya no habrá ningún tanque de gas para ti.

La doctora y su ayudante, burlonas, estentóreas, con una gran “solidaridad” de género porque aunque he llegado antes para la realización del electrocardiograma, dejan pasar a alguien de su género que se presentó como diez minutos después que yo. Por indicaciones sarcásticas me quito el reloj, la playera y los calcetines y me pongo una bata azul descubierta por atrás. Me acuesto donde y como me indican y la especialista me mira y estentórea dice que después no vaya a decir que no sabe cómo hacer un electrocardiograma porque no cumplí con uno de los requisitos que es no ponerse crema o perfume del cuello hacia abajo (y yo me puse talco en los pies). Replico que las indicaciones deberían ser más específicas. Y en lugar de decir “del cuello hacia abajo”, debería decir “del cuello hasta los pies.”

“...me dejaron un papelito en el parabrisas de mi auto, que decía: Ten cuidado con lo que estás haciendo; y otro papelito que dejaron tenía escrito: Sabemos donde estás. La persona que me alquilaba el departamento y vecinos veían con frecuencia que filmaban y fotografiaban mi auto desde carros sin placas. La verdad, la primera vez sí que me dio mucho miedo...”, relata a Columba Vértiz De la Fuente, Pedro Ultreras, director del documental “ABC nunca más” (“Las amenazas al documentalista de ABC nunca más”, en
Proceso, # 1910, 9 de junio de 2013, p. 71)


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