domingo, 16 de diciembre de 2012

De Harina y Huevo, por Maya Lima


De Harina y Huevo, por Maya Lima

Una entrevista a Eduardo Mosches.


Eduardo Mosches, Argen-Mex, editor de la revista Blanco Móvil, poeta, promotor cultural. Amigo querido. Habíamos coincidido por última vez en una lectura en la estación del metro Pino Suárez, en el mes de Septiembre, en la ciudad de México dentro del Festival Poesía en Movimiento, donde me comentó que estaba por iniciar un largo viaje para visitar Argentina y asistir al Festival de Las Artes en Uruguay. Festival al que fuimos requeridos muy pocos mexicanos, poquísimos y al que afortunadamente Eduardo sí tuvo oportunidad de asistir, compartir  la lectura de su obra, y saludar a otro querido amigo y excelente poeta como lo es Roberto Biachi.
Esta es la charla que tuvimos, Eduardo Mosches y una servilleta, con el pretexto de encontrarnos para la entrega de un ejemplar de la antología Uruguaya Letras de Babel5 (aBrace editora), en la que, junto a varios importantes exponentes de la poesía latinoamericana, participamos festejando lo que fuera aquel Festival de las Artes en Montevideo.
Inconfundible Eduardo. A la distancia lo observé mientras  apresuraba mi paso al lugar de nuestra cita, debajo del asta bandera del zócalo capitalino. Nos dirigimos al Café Blanca, en tanto paraba oreja para escucharle e instruirme con sus opiniones del conflicto de la UACM, conflicto en el que Eduardo se ha visto perjudicado  injustamente por la suspensión de su salario, así como que se le negara el acceso a su área de trabajo.
Hablaba entre bromas, de cómo las buenas conciencias creen firmemente que  los estudiantes no piensan. EM- Eso implicaría que ustedes, las madres, están fallando en la educación (risas). Le tengo un respeto enorme a los chavos. En este conflicto han demostrado un proceso de negociación muy medido, muy claro. Cuando tuvieron que hacer una intervención, tomaron planteles. Justo cuando debieron hacerlo. Afirmar que el movimiento  es guiado o estimulado por académicos únicamente o por el sindicato, es una aberración imbécil.
De repente, con un movimiento inesperado de una pieza de pan dulce, cambiamos el rumbo de la charla. Eduardo, sin ánimo chauvinista declaró que la pizza argentina es la mejor que ha comido. Me habló de las porciones generosas de queso mozzarella, del fainá (una especie de pastel esponjosa  de harina de garbanzo). Y de todo lo que se empacó, sobre todo en Argentina, después de no haber visitado el terruño y a la familia desde hacía seis años. Me habló muy emocionado de cómo lo recibieron sus sobrinos, del apadrinamiento de la boda de uno de ellos. Vivencias lindísimas, emotivas, que hizo favor de compartirme, como la despedida que le hicieron sus familiares en una reunión de empanadas y vino; donde él leyó un texto de “su viejo” (del último libro que su padre escribiera). EM- Mi padre tenía una gran capacidad de relación con sectores juveniles, como maestro, era muy buen escritor, periodista, un gran dirigente sindical. Él expresaba afecto a través de la escritura, como poeta, como narrador.
Eduardo me habló de su barrio, de la vecina que habita ahora el departamento contiguo a el de su familia, de cómo se re enamoró de Argentina, de la emoción al encontrar la heladería Roma y la pizzería de su infancia.
 EM- A tres cuadras de mi casa, me encuentro con algo llamado el “Garage Olimpo”, del cual hicieron una película. Era un centro de detención, donde se torturó y asesinó a personas. Fue un centro de emplacamiento y licencias, que estuvo funcionando hasta hace seis años, cuando los vecinos se organizaron para cerrar el lugar. Ahora es un museo de la memoria. Fue muy impactante porque era tan cercano a mi casa. En Buenos Aires a partir del gobierno de Kirchner  se impulsó un componente de recuperación de  la memoria. Hay, por ejemplo, en las aceras una serie de placas con nombres de personas, con datos como: desaparecido tal día, fue activista sindical, etc..de los años setentas.
En el mismo tono recuerda sus tres días en Rosarito, las lecturas, la prensa y me habla de la plaza de las madres EM- Me entero que al inicio de las protestas no eran pañuelos blancos los que colocaban las madres, eran pañales de tela, como recordatorio de los hijos perdidos.
Después de dos cafecitos, un rico desayuno, muchas anécdotas; al fin tuve entre mis manos el ejemplar de la antología Letras de Babel5, que fuera la memoria del encuentro literario que formó parte del Festival de las Artes 2012, en Montevideo, Uruguay.
EM- Montevideo es una ciudad pequeña, muy verde, muy linda, con cara al mar. Caminando puedes recorrer toda la ciudad .Es algo muy bello. Llegué antes del inicio del encuentro. En esos días se inaugura la Feria del Libro, una feria pequeña en la cual había la presencia de diferentes ámbitos editoriales, independientes y comerciales. Participé leyendo en el espacio reservado para la Unión de Escritores, dentro de la misma feria, antes del encuentro.
Después inició el Festival de las Artes de manera formal, en un gran teatro, con una presentación de un disco con la musicalización de poemas de alrededor de diez poetas. Muy bien logrado el disco, sobre todo el poema de Nina Reis (poeta brasileña) coorganizadora del evento. Hubo la participación de muchos poetas Uruguayos, presencia de poetas de Argentina, de Chile, Venezuela, Brasil. La gente de la editorial aBrace, está realizando una tarea de bilinguidad muy importante, con una mirada inteligente,  pues el encuentro, así como parte de sus publicaciones son editados de esta manera por la relación fronteriza con Brasil. Encuentras en Montevideo mucha gente que se maneja en Portugués.
ML- ¿Algún Mexicano que estuviera por allá?
EM- El que está hablando
ML- Naaaaa, pero mexicano, mexicano
EM- Eso es un concepto retrógrado de tu parte. Por qué visualizar que los naturalizados tienen menos derechos. Hablamos de cultura y la cultura no viene en función del espacio donde naciste, sino de la cultura que retomas, por lo tanto tu percepción fue mala, mala. Hay grandes escritores que no nacieron en México y son considerados escritores mexicanos, por darte un ejemplo Monterroso.
Ok amables lectores, en ese momento me sentí como la suela de zapato de las caricaturas que decía “TONTA”
EM-  Sigamos adelante. Enfatizo, el único mexicano era yo. También hubo participaciones de Ecuador. Hubo diferentes sedes para las lecturas y diferentes actividades. Se utilizó la feria del libro como espacio de lectura. Actividades muy simpáticas entre pintores y poetas, donde el dibujante o pintor hacía su versión gráfica de un poema. Relecturas visuales, que terminaron en una pequeña exposición. El encuentro duró cinco días. Fuimos a museos, centros culturales, hubo mucho movimiento, mucha actividad. Lecturas informales en el mercado de la abundancia, espacio de actividades culturales, donde se imparten talleres, donde se encuentra la sede de la unión de escritores. Quizá faltó un poco de infraestructura, pues si en el espacio de este mercado se hubiera facilitado una lectura masiva hubiera sido muy  linda. Me gustó la gente.
Eduardo y yo hablamos de la migración de la población uruguaya, del autobús poeta, de las gestiones culturales, de las posibilidades infinitas que tienen los encuentros literarios para llegar a los escuchas que verdaderamente interesa a los actores de la poesía y las letras. Cómo concretar ideas, cómo poder realmente crear proyectos. Hablamos de la cultura del Mate. ¡Guau!, me sorprendió eso de que la gente en Uruguay carga con su mate, (el deambular con el mate). Es más, con un maletín, un kit que consta de un termo y el espacio para la hierba.
En fin, la mañana fue maravillosa por los interminables temas de los que se puede hablar y aprender con la charla de Eduardo Mosches. Agradezco  sus carcajadas, su lindo tono argentino que aún conserva a pesar de sus más de treinta años en México. Nos despedimos con la posibilidad de encontrarnos en el festival de Zamora Michoacán, (siempre y cuando nos inviten) para coincidamos con el buen Roberto Bianchi, esto, antes de ir programando el viaje al Festival de las Artes en Montevideo 2013. 

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