martes, 4 de junio de 2013

De un libro infantil para adultos y de las editoriales independientes, por Arturo Texcahua

Crónicas literarias, por Arturo Texcahua

Este domingo 9 de junio, en la Casa del Cine, presentamos el libro Grandes enseñanzas para pequeños corazones.
A propósito escribí para la cuarta de forros lo siguiente:

Aurora es una niña ansiosa de descubrir al mundo. Su padre la ayuda a lograrlo con ejemplos sencillos dirigidos a su condición infantil, pero encaminados a formarla en toda su dimensión humana. Estas enseñanzas la internan en el amor, concepto que es punto de partida, es respuesta, solución, camino, es explicación que, sin duda, orienta la vida de Aurora para hacerla una niña feliz, además de una persona segura de sus objetivos, capaz de amarse a sí misma, conquista que en un mundo de desalientos y frustraciones constantes, la fortalecerá y le permitirá afrontar retos gigantescos.

En este libro descubrirá, con Aurora, grandes enseñanzas para la vida, para el corazón (representación de la existencia), para los corazones pequeños, porque aún no crecen o porque se niegan a crecer cuando esa alternativa, tan necesaria para la felicidad, está a unos cuantos pasos.


Grandes enseñanzas para pequeños corazones presenta diez relatos valiosos para los chicos, para los jóvenes  y (¿por qué no?) para ese niño que aún existe, aunque sea como un recuerdo, en el interior de todos.

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Estoy investigando qué es una editorial independiente:

Opinión de la reportera Virginia Bautista, en Excélsior, en una nota que titula: 

Editoriales independientes, entre el negocio y el amor a los libros

"Libros pequeños de tirajes breves, diseñados con extremo cuidado, con formatos innovadores; títulos artesanales, ediciones de autor, artefactos poéticos y libros-objeto, pero también volúmenes grandes de calidad. Una apuesta por los nuevos escritores, los géneros desdeñados, las primeras traducciones al español. Esto es lo que ofrecen las editoriales independientes.
Con la creatividad, la imaginación y la terquedad como herramientas de trabajo, en México existen desde hace tres décadas por lo menos 63 sellos pequeños y medianos que desafían año con año el concepto de negocio para sobrevivir en un mercado editorial con escasos lectores y librerías, donde realizan “ventas-goteo”.

Conscientes del peligro constante en que viven, irreverentes, algunos usan como logotipo un hombre arrojándose de un edificio de seis pisos, otros adoptan como lema “El derecho universal a la pereza” y unos más optan por nombres como El Milagro, Morbo, Resistencia, Juan Malasuerte, La Caja de Cerillos, Quimera, Malaletra o El Salario del Miedo."

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